Conviene destacar aquí también las partes más importantes de una arquitectura muy funcional. En primer lugar, las aberturas de ventilación, a fin de que se puedan expulsar los gases nocivos producidos con la fermentación y también para que ésta se dé a la temperatura idónea. Y por último, el ingenio de hacer que la mayor parte de los procesos se realicen por decantación, es decir, por gravedad.